MEMORIA CRÍTICA DE LA UNIDAD II
PENSAMIENTO POLÍTICO SOCIAL LATINOAMERICANO
Participantes: Carmen S González, Aurora Gómez, Esperanza Mata, Gleny Sáezy Sara Utrera
Facilitador: Pedro Rodríguez
EL HUMANISMO EN AMÉRICA LATINA
INTRODUCCIÓN
La doctrina cristiana tiene como base fundamental el humanismo. Es una de las primeras corriente religiosas que tomo en consideración, (al de abajo), al des poseída a los esclavos a los que no tenían esperanza recordemos la frase de cristo que decía “bien aventurados los pobres de espíritu por que de ellos será el reino de los cielos” y “Más rápido entra un camello por el ojo de una aguja que un rico al reino de los cielos”. La esencia de estos dos principios, son verdaderamente humanísticos, por que entran su vida en el ser humano sin distingos particulares. Pero por los avatares de la política y los principios crematísticos, que surgieron en esta corriente religiosa, ese humanismo se fue desvirtuando, y fueron casualmente los defensores de esta doctrina religiosa, los que después avalaron apoyaron e incluso cometieron infinidades atropellos y acciones de lesa humanidad que hoy día el mundo se avergüenza de saberlo.
Con el descubrimiento conquista y colonización de España sobre la región americana, se pusieron en practica aberraciones políticas económicas sociales morales indignas, las cuales fueron apoyadas directamente por la iglesia, por esa iglesia inspirada en esa doctrina cristiana, pero también fueron algunos sacerdotes representante de esta, quienes hicieron valer su voz de protesta para alertar a los reyes sobre las injusticias que se cometían con estos pobladores. Dentro de estos sacerdotes podemos señalar a Fray Bartolomé de las Casas (Arzobispo de Chiapas-México), quien logro convencer a la reina de España para que determinara que los indígenas si tenían almas y que por lo tanto eran humanos.
Se puede considerar entonces, a este sacerdote como uno de los benefactores de los indígenas. Es decir, fue una de las voces más conocida en defensa de los indígenas, pero, como hombre de su época, para suavizarle la tarea y dolor a los indígenas estimulo para que se trajeran negros del África, es decir, se ayudó a un grupo étnico y se esclavizo a otro, por lo tanto según mi opinión como decimos comúnmente “lo que hizo con las manos lo desbarato con los pies”. Otros sacerdotes defensor de los derechos de los indígenas fue Antonio de Montesino se opuso a la explotación de los indígena, y le dijo a Diego Colón (hijo del almirante) que si no cesaban los abusos en contra de los indios los padres dominicos no los admitirían al sacramento de la confesión. Acto al cual le tenían terror los conquistadores (incluyendo al Monarca).
INFLUENCIA DE LA RELIGIÓN CATÓLICA
Como se ha referido, en este discurso, se ha hablado de la religión los sacerdotes los indígenas, pero esa influencia de la iglesia católica tuvo pertinencia, incluso hasta después de la independencia, e incluso hasta la época democrática. Las constituciones Españolas, y por tanto las leyes de indias eran sinodales (es decir, su articulado y sus derechos, estaban focalizados hacia Dios y sus representantes, es decir, primero Dios después el Rey, después los vicarios de cristo, luego los que tenían vienes de fortuna, los blancos de orilla y para las Indias los indígenas, y por último los negros), como podemos observar era una constitución netamente discriminadora, por lo tanto escasa de humanismo.
TRATADOS FRAY BARTOLOMÉ DE LAS CASAS
El argumento que propone Fray Bartolomé de las Casas en su obra “Tratados Fray Bartolomé De Las Casas”, fue informar sobre las arbitrariedades y atrocidades cometidas por los conquistadores y encomenderos, de igual modo insistió mucho en la necesidad que estos corrigieran su conducta para con los indios. Si bien legitimó la conquista y el dominio del Rey de España, se refiero también a los problemas concretos ocasionados por la dominación.
En este sentido, la verdadera legitimidad del dominio del rey se alcanzaba al tratar a los indios como hijos de Dios, como hombres libres, y al convertirlos a la fe cristiana, para lo cual era indispensable enviar a un gran número de misioneros a las indias. Siguiendo con la argumentación, debía considerarse el ser eliminado cualquier obstáculo a la propagación de la fe y a su mantenimiento, aún si tuviese sustento legal. Al respecto, Paz creyó que la misión de España era ejercer el dominio político mediante un régimen no tiránico preocupado por la divulgación y conservación de la fe y deseó que la obra evangelizadora se llevara a cabo sin el uso de las armas.
En resumen Paz, admite la legitimidad de la conquista y del dominio del rey de España, pero reconoció la necesidad de reformar las condiciones desastrosas de los indios protegiendo su libertad y negando la necesidad del sistema de las encomiendas. A primera vista, este argumento puede parecer vago y contradictorio, ya que sitúa en el mismo plano los problemas jurídicos inherentes a la conquista y los conflictos políticos y sociales provocados por ella, se acepta de igual modo el derecho natural de los indios, permaneciendo siempre dentro de la concepción canónica y realista de la primacía a los derecho a de la cristiandad sobre los poderes políticos de los infieles. (Zavala.1954). La existencia del rey es legitimada solo por la aprobación del pueblo o de los vecinos; consiguientemente, ningún hombre tiene por naturaleza autoridad o dominio sobre los otros y todos lo hombres son libres (Las Casas 1.058a: 95-96).
Es importante resaltar que el poder temporal, inclusive el de dominio y posesión, se basa en el derecho natural y el de gentes y que el derecho divino no debe anular al natural. En resumidas cuentas, a importancia histórica De Las Casas se apoya en dos bases: una es su posición anticolonialista y la otra es el haber propuesto el problema de la libertad de los hombres y del derecho a la vida. En otros términos. Fray Bartolomé De Las Casas hubiera preferido ver a los indios vivos, aunque infieles, a verlos muertos convertidos. Todo esto, poner de manifiesto, lo actual de las doctrina lascasiana en el mundo de hoy, donde los inocentes niños y ancianos, hombres, y mujeres siguen siendo victimas del conflicto religioso, político y étnico entre otros, exactamente igual que en los siglos pasados.
Siguiendo un orden cronológico, el pensamiento político de la emancipación fue difícil y peligroso. El pueblo aunque deseoso de libertad, no sabía qué era la libertad y qué hacer con ella. Para el goce de la libertad se necesitaba una educación especial; pero no había tiempo para darla. Para entonces los próceres de la Independencia, conocieron sin duda que la inteligencia del pueblo no estaba en sazón para valorar su importancia; que había en sus sentimientos, en sus costumbres, en su modo de ver y sentir, ciertos instintos reaccionarios contra todo lo nuevo y que no entendía. Sabían que estos instintos, que estos hábitos, serían aprovechados por las fuerzas del retroceso; pero no importaba, lo esencial era empezar. Era necesario obrar y obraron. Para atraer al pueblo, le ofrecieron una libertad sin límites; una libertad que sólo es posible mediante la educación; pero no había tiempo para discutir si había llegado el momento oportuno o no; lo importante era obrar. Necesitaban del pueblo y lo declararon soberano sin límites.
Era preciso atraer a la nueva causa los votos y los brazos de la muchedumbre, ofreciéndole el cebo de una soberanía omnipotente Pero este derecho, dado a un pueblo que no estaba educado para disfrutarlo, iba pronto a causar los desastres que permitirían a las fuerzas negativas la recuperación del poder, la implantación de tiranías. Con una libertad sin educación no se podría lograr otra cosa que la anarquía.
El despotismo colonial, que anidaba en la mente de varios hispanoamericanos, nuevamente tomaría el poder. El principio de la omnipotencia de las masas debió producir todos los desastres que ha producido, y acabar por la sanción y establecimiento del despotismo. Pero este mal se trocará a la postre en bien. El nuevo despotismo le enseñará, con una lección inolvidable, que la libertad es un bien que debe saberse disfrutar.
Es por esto que el nuevo despotismo le enseñará a amar la libertad que ya ha probado y a no arriesgarla convirtiéndola en libertinaje. El pueblo, deslumbrado hasta aquí por la majestad de su omnipotencia, conocerá vuelto en sí, que no le fue dada por Dios, sino para ejercerla en los límites del derecho como instrumento de bien. Esta enseñanza aunque dura, dará inicio a la etapa de liberación definitiva, la etapa de ilustración de la mente del pueblo. Los hábitos y tendencias heredados de otras generaciones empezarán a borrarse. La guerra civil, la anarquía, no habría de ser sino el resultado de la pugna que dentro del pueblo hispanoamericano se había planteado: el espíritu colonial contra el espíritu moderno.
El pueblo, armado con una idea moderna, se había lanzado a la lucha por alcanzar la libertad y la soberanía; pero dentro de sí llevaba los elementos, que contradiciéndole, iban a llevarla a la anarquía y luego al despotismo. La guerra civil según cita Echeverría, fue el monstruoso fruto de la colisión o choque entre el principio de Mayo y el principio colonial, vencido pero no aniquilado” (“Mayo y la enseñanza popular en el Plata”).
Todo esto aunado a la falta de una educación, la revolución hispanoamericana tomó un camino diverso al de la gran revolución norteamericana. “Nuestra revolución, a causa del encadenamiento fatal de los sucesos de la época, empezó por donde debía acabar, y ha marchado en sentido inverso de las revoluciones de otros países. Ved, si no, en los Estados Unidos, continúa. Al desplomarse el poder colonial, la democracia aparece organizada, En cambio en Hispanoamérica, faltándole esa organización, es menester educar al pueblo para que la alcance. Los hispanoamericanos, lograda la emancipación política, necesitará de la emancipación mental. La emancipación mental debe darse en los mismos hispanoamericanos.
En este orden de ideas, es importante señalar cómo el romanticismo surge específicamente en países protestantes, es decir, en aquellos donde la Iglesia había sufrido transformaciones bastante significativas, muchas de las cuales se inscriben en la llamada Reforma: En Inglaterra con Enrique VIII y en Alemania con Lutero que, según palabras de F. Heer, significó un trascendental cambio en la conciencia del Yo. Esto es, que el reformado no acepta intermediación en su relación con Dios, así, sacramentos como el de la Confesión fueron abolidos y el libre examen de las Escrituras le permite una interpretación personal de los preceptos de su fe y de sus creencias.
El romanticismo tomó gran auge en países profundamente católicos como Francia e Italia y obviamente, por extensión en buena parte de América Latina, en los cuales, una visión de Cristo como redentor de los humildes marcará todo su desarrollo. En general se puede decir que es una actitud vital que se manifiesta en todos los aspectos de la vida y sus formas, en el arte, la política, la religión, la literatura, la poesía, y la música entre otros.
INFLUENCIA DEL ROMANTICISMO EN LAS EXPRESIONES DEL PENSAMIENTO POLÍTICO
Después de analizar la realidad fenoménica de América Latina en épocas de la Colonia, se puede decir que el romanticismo cumplió un papel importante en la formación y expresiones del pensamiento político y literario de una variada estirpe de intelectuales a partir de 1840 y, que de una forma u otra, con su producción, actitudes y trabajos contribuyeron con la difusión de la modernidad, las sociabilidades modernas y con elementos fundamentales para la formación de nuestra nacionalidad.
De igual modo, Movimientos sociales en nuestra América buscan la transformación de la sociedad, pero de distintas maneras de las formas ideológicas políticas del liberalismo y del capitalismo del siglo XIX, por lo mismo, se plantea con objetivos deferentes Así, por ejemplo, a finales del siglo XIX el anarquismo latinoamericano, el liberalismo, el positivismo, adquieren características utópicas propias.
En el anarquismo latinoamericano encontramos que muchos de sus antecedentes ideológicos se encuentran en las tradiciones rurales indígenas, campesinas y obreras, están atravesados por el igualitarismo y el comunitarismo, aunque éstos, no, necesariamente, son democráticos. Otros anarquismos son importados en los finales del siglo XIX, como sería el caso del anarquismo argentino y uruguayo, que vienen desde Europa a América del Sur, con los migrantes obreros, con los campesinos y los educadores. Sin embargo, el anarquismo estará presente en unos países más que en otros, especialmente, en aquellos con una amplia población indígena y negra. Para inicios del siglo XX, el anarquismo tendrá un gran despegue y reconocimiento en la educación con la Escuela Moderna Racionalista.
Los anarquistas latinoamericanos reflexionan y analizan la realidad social y buscan cambiarla. Es la expresión de un socialismo libertario y combativo que viene desde el siglo XIX; se reposiciona y se hace presente en el XX y se amplía al inicio del XXI. Se trata de personajes como Plotino Rodakanaty, Ricardo Flores Magón, el cubano E. Roig de San Martín, el peruano Manuel González Prada; el hispano Argentino Diego Abad de Santillán y el Brasilero José Oiticica o el colectivo de evidente raíz popular, como la Federación de Obreros Regional Argentina y el Partido Liberal Mexicano. La tradición anarco—socialista en América Latina tiene algunos de sus antecedentes en las comunidades étnicas indígenas, las cuales en la forma de organización social no tiene en su imaginario social al Estado, pero si las prácticas de la autoridad, socializada y, en la mayoría de los casos, ejercida de forma horizontal libre e igualitario.
EL HUMANISMO Y LA CONSTITUCIÓN VENEZOLANA
Por ello y realizando una retrospección, en España en 1812, se hizo una constitución, no en sí humanística, sino, con algunos derechos, que antes no se concedían. Esta constitución, solo se puso en práctica por 2 años por asuntos políticos internos entre España y Francia, pero en Venezuela esa constitución del año 12, no se puso en práctica. Monteverde dijo que estas provincias no estaban preparadas para recibir los beneficios de constitución tan adelantada. Los principios pregonados en esta constitución sirvieron de inspiración para las gestas independentistas de América. La primera constitución Venezolana que concedía algunos “Derechos del hombre” era la constitución de Cúcuta del año 1821, esta constitución estableció la manumisión de los esclavos (el esclavo con cierto trabajo adquiría su libertad), pero la constitución del año 1830, cuando Venezuela se separó de la gran Colombia, derogó ese derecho.
Al respecto, las constituciones Venezolanas, mantuvieron en cierto grado esos principios sinodales y discriminatorios de las constituciones coloniales. Las constituciones que Gómez elaboró y reformó, la cual se mantuvieron hasta 1951, estaban centralizadas en el positivismo (corriente filosófica que tiene como fundamento la aplicación de las leyes naturales a las leyes sociales), esto quiere decir, que el fuerte, siempre debe y domina al débil. Por eso en ese gobierno y en el de Castro, ninguna mujer, y ninguna persona considerada de clase baja tuvo algún cargo de relevancia.
Personas muy destacadas de esa época, eran positivista (José Gregorio Hernández). La primera constitución que estuvo centrada en el ser humano “Humanística”, fue la de 1947. Por ello, ésta concedió el voto a las mujeres y a las personas sin ningún distingo de religión, sexo, ni condición social. De allí viene el origen de pueblo (tener iguales derecho que los demás).
La doctrina cristiana tiene como base fundamental el humanismo. Es una de las primeras corriente religiosas que tomo en consideración, (al de abajo), al des poseída a los esclavos a los que no tenían esperanza recordemos la frase de cristo que decía “bien aventurados los pobres de espíritu por que de ellos será el reino de los cielos” y “Más rápido entra un camello por el ojo de una aguja que un rico al reino de los cielos”. La esencia de estos dos principios, son verdaderamente humanísticos, por que entran su vida en el ser humano sin distingos particulares. Pero por los avatares de la política y los principios crematísticos, que surgieron en esta corriente religiosa, ese humanismo se fue desvirtuando, y fueron casualmente los defensores de esta doctrina religiosa, los que después avalaron apoyaron e incluso cometieron infinidades atropellos y acciones de lesa humanidad que hoy día el mundo se avergüenza de saberlo.
Con el descubrimiento conquista y colonización de España sobre la región americana, se pusieron en practica aberraciones políticas económicas sociales morales indignas, las cuales fueron apoyadas directamente por la iglesia, por esa iglesia inspirada en esa doctrina cristiana, pero también fueron algunos sacerdotes representante de esta, quienes hicieron valer su voz de protesta para alertar a los reyes sobre las injusticias que se cometían con estos pobladores. Dentro de estos sacerdotes podemos señalar a Fray Bartolomé de las Casas (Arzobispo de Chiapas-México), quien logro convencer a la reina de España para que determinara que los indígenas si tenían almas y que por lo tanto eran humanos.
Se puede considerar entonces, a este sacerdote como uno de los benefactores de los indígenas. Es decir, fue una de las voces más conocida en defensa de los indígenas, pero, como hombre de su época, para suavizarle la tarea y dolor a los indígenas estimulo para que se trajeran negros del África, es decir, se ayudó a un grupo étnico y se esclavizo a otro, por lo tanto según mi opinión como decimos comúnmente “lo que hizo con las manos lo desbarato con los pies”. Otros sacerdotes defensor de los derechos de los indígenas fue Antonio de Montesino se opuso a la explotación de los indígena, y le dijo a Diego Colón (hijo del almirante) que si no cesaban los abusos en contra de los indios los padres dominicos no los admitirían al sacramento de la confesión. Acto al cual le tenían terror los conquistadores (incluyendo al Monarca).
INFLUENCIA DE LA RELIGIÓN CATÓLICA
Como se ha referido, en este discurso, se ha hablado de la religión los sacerdotes los indígenas, pero esa influencia de la iglesia católica tuvo pertinencia, incluso hasta después de la independencia, e incluso hasta la época democrática. Las constituciones Españolas, y por tanto las leyes de indias eran sinodales (es decir, su articulado y sus derechos, estaban focalizados hacia Dios y sus representantes, es decir, primero Dios después el Rey, después los vicarios de cristo, luego los que tenían vienes de fortuna, los blancos de orilla y para las Indias los indígenas, y por último los negros), como podemos observar era una constitución netamente discriminadora, por lo tanto escasa de humanismo.
TRATADOS FRAY BARTOLOMÉ DE LAS CASAS
El argumento que propone Fray Bartolomé de las Casas en su obra “Tratados Fray Bartolomé De Las Casas”, fue informar sobre las arbitrariedades y atrocidades cometidas por los conquistadores y encomenderos, de igual modo insistió mucho en la necesidad que estos corrigieran su conducta para con los indios. Si bien legitimó la conquista y el dominio del Rey de España, se refiero también a los problemas concretos ocasionados por la dominación.
En este sentido, la verdadera legitimidad del dominio del rey se alcanzaba al tratar a los indios como hijos de Dios, como hombres libres, y al convertirlos a la fe cristiana, para lo cual era indispensable enviar a un gran número de misioneros a las indias. Siguiendo con la argumentación, debía considerarse el ser eliminado cualquier obstáculo a la propagación de la fe y a su mantenimiento, aún si tuviese sustento legal. Al respecto, Paz creyó que la misión de España era ejercer el dominio político mediante un régimen no tiránico preocupado por la divulgación y conservación de la fe y deseó que la obra evangelizadora se llevara a cabo sin el uso de las armas.
En resumen Paz, admite la legitimidad de la conquista y del dominio del rey de España, pero reconoció la necesidad de reformar las condiciones desastrosas de los indios protegiendo su libertad y negando la necesidad del sistema de las encomiendas. A primera vista, este argumento puede parecer vago y contradictorio, ya que sitúa en el mismo plano los problemas jurídicos inherentes a la conquista y los conflictos políticos y sociales provocados por ella, se acepta de igual modo el derecho natural de los indios, permaneciendo siempre dentro de la concepción canónica y realista de la primacía a los derecho a de la cristiandad sobre los poderes políticos de los infieles. (Zavala.1954). La existencia del rey es legitimada solo por la aprobación del pueblo o de los vecinos; consiguientemente, ningún hombre tiene por naturaleza autoridad o dominio sobre los otros y todos lo hombres son libres (Las Casas 1.058a: 95-96).
Es importante resaltar que el poder temporal, inclusive el de dominio y posesión, se basa en el derecho natural y el de gentes y que el derecho divino no debe anular al natural. En resumidas cuentas, a importancia histórica De Las Casas se apoya en dos bases: una es su posición anticolonialista y la otra es el haber propuesto el problema de la libertad de los hombres y del derecho a la vida. En otros términos. Fray Bartolomé De Las Casas hubiera preferido ver a los indios vivos, aunque infieles, a verlos muertos convertidos. Todo esto, poner de manifiesto, lo actual de las doctrina lascasiana en el mundo de hoy, donde los inocentes niños y ancianos, hombres, y mujeres siguen siendo victimas del conflicto religioso, político y étnico entre otros, exactamente igual que en los siglos pasados.
Siguiendo un orden cronológico, el pensamiento político de la emancipación fue difícil y peligroso. El pueblo aunque deseoso de libertad, no sabía qué era la libertad y qué hacer con ella. Para el goce de la libertad se necesitaba una educación especial; pero no había tiempo para darla. Para entonces los próceres de la Independencia, conocieron sin duda que la inteligencia del pueblo no estaba en sazón para valorar su importancia; que había en sus sentimientos, en sus costumbres, en su modo de ver y sentir, ciertos instintos reaccionarios contra todo lo nuevo y que no entendía. Sabían que estos instintos, que estos hábitos, serían aprovechados por las fuerzas del retroceso; pero no importaba, lo esencial era empezar. Era necesario obrar y obraron. Para atraer al pueblo, le ofrecieron una libertad sin límites; una libertad que sólo es posible mediante la educación; pero no había tiempo para discutir si había llegado el momento oportuno o no; lo importante era obrar. Necesitaban del pueblo y lo declararon soberano sin límites.
Era preciso atraer a la nueva causa los votos y los brazos de la muchedumbre, ofreciéndole el cebo de una soberanía omnipotente Pero este derecho, dado a un pueblo que no estaba educado para disfrutarlo, iba pronto a causar los desastres que permitirían a las fuerzas negativas la recuperación del poder, la implantación de tiranías. Con una libertad sin educación no se podría lograr otra cosa que la anarquía.
El despotismo colonial, que anidaba en la mente de varios hispanoamericanos, nuevamente tomaría el poder. El principio de la omnipotencia de las masas debió producir todos los desastres que ha producido, y acabar por la sanción y establecimiento del despotismo. Pero este mal se trocará a la postre en bien. El nuevo despotismo le enseñará, con una lección inolvidable, que la libertad es un bien que debe saberse disfrutar.
Es por esto que el nuevo despotismo le enseñará a amar la libertad que ya ha probado y a no arriesgarla convirtiéndola en libertinaje. El pueblo, deslumbrado hasta aquí por la majestad de su omnipotencia, conocerá vuelto en sí, que no le fue dada por Dios, sino para ejercerla en los límites del derecho como instrumento de bien. Esta enseñanza aunque dura, dará inicio a la etapa de liberación definitiva, la etapa de ilustración de la mente del pueblo. Los hábitos y tendencias heredados de otras generaciones empezarán a borrarse. La guerra civil, la anarquía, no habría de ser sino el resultado de la pugna que dentro del pueblo hispanoamericano se había planteado: el espíritu colonial contra el espíritu moderno.
El pueblo, armado con una idea moderna, se había lanzado a la lucha por alcanzar la libertad y la soberanía; pero dentro de sí llevaba los elementos, que contradiciéndole, iban a llevarla a la anarquía y luego al despotismo. La guerra civil según cita Echeverría, fue el monstruoso fruto de la colisión o choque entre el principio de Mayo y el principio colonial, vencido pero no aniquilado” (“Mayo y la enseñanza popular en el Plata”).
Todo esto aunado a la falta de una educación, la revolución hispanoamericana tomó un camino diverso al de la gran revolución norteamericana. “Nuestra revolución, a causa del encadenamiento fatal de los sucesos de la época, empezó por donde debía acabar, y ha marchado en sentido inverso de las revoluciones de otros países. Ved, si no, en los Estados Unidos, continúa. Al desplomarse el poder colonial, la democracia aparece organizada, En cambio en Hispanoamérica, faltándole esa organización, es menester educar al pueblo para que la alcance. Los hispanoamericanos, lograda la emancipación política, necesitará de la emancipación mental. La emancipación mental debe darse en los mismos hispanoamericanos.
En este orden de ideas, es importante señalar cómo el romanticismo surge específicamente en países protestantes, es decir, en aquellos donde la Iglesia había sufrido transformaciones bastante significativas, muchas de las cuales se inscriben en la llamada Reforma: En Inglaterra con Enrique VIII y en Alemania con Lutero que, según palabras de F. Heer, significó un trascendental cambio en la conciencia del Yo. Esto es, que el reformado no acepta intermediación en su relación con Dios, así, sacramentos como el de la Confesión fueron abolidos y el libre examen de las Escrituras le permite una interpretación personal de los preceptos de su fe y de sus creencias.
El romanticismo tomó gran auge en países profundamente católicos como Francia e Italia y obviamente, por extensión en buena parte de América Latina, en los cuales, una visión de Cristo como redentor de los humildes marcará todo su desarrollo. En general se puede decir que es una actitud vital que se manifiesta en todos los aspectos de la vida y sus formas, en el arte, la política, la religión, la literatura, la poesía, y la música entre otros.
INFLUENCIA DEL ROMANTICISMO EN LAS EXPRESIONES DEL PENSAMIENTO POLÍTICO
Después de analizar la realidad fenoménica de América Latina en épocas de la Colonia, se puede decir que el romanticismo cumplió un papel importante en la formación y expresiones del pensamiento político y literario de una variada estirpe de intelectuales a partir de 1840 y, que de una forma u otra, con su producción, actitudes y trabajos contribuyeron con la difusión de la modernidad, las sociabilidades modernas y con elementos fundamentales para la formación de nuestra nacionalidad.
De igual modo, Movimientos sociales en nuestra América buscan la transformación de la sociedad, pero de distintas maneras de las formas ideológicas políticas del liberalismo y del capitalismo del siglo XIX, por lo mismo, se plantea con objetivos deferentes Así, por ejemplo, a finales del siglo XIX el anarquismo latinoamericano, el liberalismo, el positivismo, adquieren características utópicas propias.
En el anarquismo latinoamericano encontramos que muchos de sus antecedentes ideológicos se encuentran en las tradiciones rurales indígenas, campesinas y obreras, están atravesados por el igualitarismo y el comunitarismo, aunque éstos, no, necesariamente, son democráticos. Otros anarquismos son importados en los finales del siglo XIX, como sería el caso del anarquismo argentino y uruguayo, que vienen desde Europa a América del Sur, con los migrantes obreros, con los campesinos y los educadores. Sin embargo, el anarquismo estará presente en unos países más que en otros, especialmente, en aquellos con una amplia población indígena y negra. Para inicios del siglo XX, el anarquismo tendrá un gran despegue y reconocimiento en la educación con la Escuela Moderna Racionalista.
Los anarquistas latinoamericanos reflexionan y analizan la realidad social y buscan cambiarla. Es la expresión de un socialismo libertario y combativo que viene desde el siglo XIX; se reposiciona y se hace presente en el XX y se amplía al inicio del XXI. Se trata de personajes como Plotino Rodakanaty, Ricardo Flores Magón, el cubano E. Roig de San Martín, el peruano Manuel González Prada; el hispano Argentino Diego Abad de Santillán y el Brasilero José Oiticica o el colectivo de evidente raíz popular, como la Federación de Obreros Regional Argentina y el Partido Liberal Mexicano. La tradición anarco—socialista en América Latina tiene algunos de sus antecedentes en las comunidades étnicas indígenas, las cuales en la forma de organización social no tiene en su imaginario social al Estado, pero si las prácticas de la autoridad, socializada y, en la mayoría de los casos, ejercida de forma horizontal libre e igualitario.
EL HUMANISMO Y LA CONSTITUCIÓN VENEZOLANA
Por ello y realizando una retrospección, en España en 1812, se hizo una constitución, no en sí humanística, sino, con algunos derechos, que antes no se concedían. Esta constitución, solo se puso en práctica por 2 años por asuntos políticos internos entre España y Francia, pero en Venezuela esa constitución del año 12, no se puso en práctica. Monteverde dijo que estas provincias no estaban preparadas para recibir los beneficios de constitución tan adelantada. Los principios pregonados en esta constitución sirvieron de inspiración para las gestas independentistas de América. La primera constitución Venezolana que concedía algunos “Derechos del hombre” era la constitución de Cúcuta del año 1821, esta constitución estableció la manumisión de los esclavos (el esclavo con cierto trabajo adquiría su libertad), pero la constitución del año 1830, cuando Venezuela se separó de la gran Colombia, derogó ese derecho.
Al respecto, las constituciones Venezolanas, mantuvieron en cierto grado esos principios sinodales y discriminatorios de las constituciones coloniales. Las constituciones que Gómez elaboró y reformó, la cual se mantuvieron hasta 1951, estaban centralizadas en el positivismo (corriente filosófica que tiene como fundamento la aplicación de las leyes naturales a las leyes sociales), esto quiere decir, que el fuerte, siempre debe y domina al débil. Por eso en ese gobierno y en el de Castro, ninguna mujer, y ninguna persona considerada de clase baja tuvo algún cargo de relevancia.
Personas muy destacadas de esa época, eran positivista (José Gregorio Hernández). La primera constitución que estuvo centrada en el ser humano “Humanística”, fue la de 1947. Por ello, ésta concedió el voto a las mujeres y a las personas sin ningún distingo de religión, sexo, ni condición social. De allí viene el origen de pueblo (tener iguales derecho que los demás).
CONSIDERACIONES FINALES
En literatura, el romanticismo es una reacción frente a las formas rígidas del clasicismo y del neoclasicismo. Todo esto busca la libertad, en las imágenes, en las ideas, en los sentimientos, en la expresión y en los temas, buscando lo humano, lo nacional, lo heroico, lo divino y lo extraordinario.
En política y aspectos sociales el romanticismo se identifica con el liberalismo constituyéndose en una réplica de la sociedad burguesa frente a los excesos del absolutismo monárquico, pero al mismo tiempo combate la anarquía de la revolución popular, pues, el romántico a la vez que lucha por la Libertad quiere una sociedad estable.
Al respecto, la historia de nuestra América muestra que después del proceso de dominación ibérica resurge el liberalismo cristiano que se extiende desde la conquista hasta las independencias latinoamericanas, para pasar posteriormente a mezclarse con el liberalismo francés e inglés; aparece el liberal positivismo y resurgen tradiciones neoescolásticas; se trasladan las doctrinas espiritualistas y panteístas, como el krausismo, la diversidad de teosofías y filosofías en boga. Así, el anarcosindicalismo como movimiento social y el pensamiento ácrata como referencia cultural, alcanzaron innegable relevancia en Latinoamérica y el Caribe.
En política y aspectos sociales el romanticismo se identifica con el liberalismo constituyéndose en una réplica de la sociedad burguesa frente a los excesos del absolutismo monárquico, pero al mismo tiempo combate la anarquía de la revolución popular, pues, el romántico a la vez que lucha por la Libertad quiere una sociedad estable.
Al respecto, la historia de nuestra América muestra que después del proceso de dominación ibérica resurge el liberalismo cristiano que se extiende desde la conquista hasta las independencias latinoamericanas, para pasar posteriormente a mezclarse con el liberalismo francés e inglés; aparece el liberal positivismo y resurgen tradiciones neoescolásticas; se trasladan las doctrinas espiritualistas y panteístas, como el krausismo, la diversidad de teosofías y filosofías en boga. Así, el anarcosindicalismo como movimiento social y el pensamiento ácrata como referencia cultural, alcanzaron innegable relevancia en Latinoamérica y el Caribe.
REFERENCIA
Artola, M (1991) Orígenes de la España contemporánea. Madrid: Centro de Estudios Constitucionales
Chust, M (1998) La cuestión nacional americana en las Cortes de Cádiz. Valencia: UNED-UNAM,
Herr, F (1980) Europa Madre de Revoluciones. Madrid. Alianza Editorial. 2 Volúmenes.
Millares, A y Moreno, R (1965) Tratados de Fray Bartolomé de las Casas. Vol. I, (5 - 23). México: Fondo de Cultura Económica.
Rodríguez, J. (1996). La independencia de la América española. México: FCE
Roig, A (1981) Desde el Padre Las Casas hasta la Guerra de Paraguay. México: Fondo de Cultura Económica.
VV.AA (1994) Manual de Historia de España. 5. Siglo XIX. Madrid: Historia 16, Diccionarios Fundación Polar.
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VV.AA (1994) Manual de Historia de España. 5. Siglo XIX. Madrid: Historia 16, Diccionarios Fundación Polar.
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